JOE BIDEN SE PROCLAMA COMO NUEVO PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA

JOE BIDEN SE PROCLAMA COMO NUEVO PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA

Joe Biden: 5 cosas que quizás no sabías del ganador de las elecciones de EEUU

Beatriz Díez

(@bbc_diez) – BBC News Mundo

noviembre de 2020

A la tercera fue la vencida: Joe Biden se convertirá en el 46º presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero.

El demócrata derrotó al actual mandatario, Donald Trump, en una disputada contienda que se definió días después de la jornada electoral tras un laborioso proceso de recuento de votos.

Biden, quien fuera vicepresidente con Barack Obama, consiguió recuperar el apoyo de estados clave que en 2016 votaron por su rival republicano.

  1. A punto de cumplir 78 años, el demócrata será el presidente de Estados Unidos de más edad.

Te contamos otros detalles destacados de su vida personal y profesional.

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Biden se presenta como el futuro presidente de la conciliación frente a Trump

Wilmington/Washington, 6 nov (EFE).- El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, se presentó este viernes como el futuro presidente de la conciliación y la unión de todos los estadounidenses, mientras encabeza el conteo y en contraste con la estrategia de Donald Trump de jalear la división poniendo en duda la integridad del sistema democrático. En un tono calmado e incluso casi filosófico, Biden habló desde el Chase Center de Wilmington, en Delaware, donde reside, para lanzar un mensaje de comunión de todos los estadounidenses al afirmar que “no hay tiempo que perder” en un país polarizado con problemas acuciantes que resolver como la covid-19, el deterioro de la economía, la injusticia racial y la crisis climática. “Nuestro viaje es hacia una unión más perfecta y continúa moviéndose. En EE.UU. tenemos puntos de vista fuertes, tenemos fuertes desacuerdos y eso está bien, los fuertes desacuerdos son inevitables y en democracia los desacuerdos fuertes son sanos”, empezó Biden con voz tranquilizadora. Pese a este tono completamente distinto al empleado el jueves por Trump, el que fuera vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) lanzó un dardo a su rival republicano en los comicios. “El propósito de nuestra política no es una guerra implacable sin fin, no -destacó-. El propósito de nuestra política, el trabajo de la nación no es alentar las llamas del conflicto para resolver los problemas”. BIDEN MARCA UN CONTRASTE CON TRUMP De esta manera, Biden ponía cara a cara en el Chase Center, donde no había público debido a la pandemia, a los dos EE.UU., después de que el jueves Trump atacara los mismos cimientos de la mayor democracia del mundo al cuestionarse la integridad de todo el proceso electoral, ya que dudó, sin pruebas, de la legitimidad de millones de votos emitidos por correo y acusó a su adversario de intentar robar las elecciones. Frente al discurso triunfalista lanzado por el mandatario pese a ir detrás en el cómputo y mientras su campaña libra litigios en varios estados clave, Biden avisó de que todos los sufragios se tomarán en cuenta. “Ustedes saben que vamos a demostrar de nuevo lo que hemos demostrado durante 244 años en este país, la democracia funciona. Su voto se contará. No me importa lo mucho que la gente intenta evitarlo. No dejaré que suceda, se escuchará a la gente”, aseguró. Biden pronunció este discurso cuando lidera el escrutinio en los estados clave de Pensilvania, Georgia, Arizona y Nevada, con estrechos márgenes frente a Trump. Su alocución había despertado una gran expectación a lo largo del día, ya que ante el avance del escrutinio en Pensilvania su campaña había anunciado que iba a dirigir un discurso a la nación esta noche, lo que había desatado todo tipo de conjeturas en los medios sobre si estas serían sus palabras para proclamarse ganador. LA ESPERA ETERNA POR LOS RESULTADOS Sin embargo, estas expectativas se fueron desinflando a lo largo de las horas y conforme los estados, especialmente Pensilvania, daban señales de que este viernes no acabarían el cómputo, pese a que ya han pasado tres días desde los comicios. Pensilvania es el premio más codiciado porque tiene 20 delegados en el Colegio Electoral, con lo que si Biden gana en este estado llegaría automáticamente a la Presidencia. En el sistema estadounidense gana el aspirante que llegue a 270 delegados en el Colegio Electoral, un órgano compuesto por 538 compromisarios que aportan todos los estados en base a su población. BIDEN POR DELANTE EN PENSILVANIA, GEORGIA, NEVADA Y ARIZONA Biden suma 264 delegados o 253, dependiendo de si se toma en cuenta Arizona o no, donde algunos medios no han proyectado todavía su victoria allí, lo que sí que hicieron otros la noche electoral como la agencia AP y Fox News; mientras que Trump tiene 214. El actual gobernante tuvo un margen de 750.000 votos en Pensilvania durante la noche del martes, pero esa ventaja se ha ido esfumando a medida que se contaban los votos por correo; una modalidad que han utilizado los demócratas en mayor proporción en estos comicios para evitar aglomeraciones en el contexto de la pandemia. Si se repasan los estados donde se desarrolla el conteo, Biden va por delante en Pensilvania con el 49,6 % de los votos frente al 49,1 % de Trump, con el 95 % de los sufragios escrutados. También va primero en Georgia (16 delegados en el Colegio Electoral), con el 49,4 % de los sufragios frente al 49,3 % del mandatario, con el 99 % escrutado; en Nevada (6 compromisarios), va por delante con el 49,8 % frente al 48 % del presidente, con el 92 % computado; y en Arizona (11 delegados) lidera el conteo con el 49,6 % de los votos frente al 48,7 % de Trump, con el 95 % contabilizado. El presidente va por delante en Carolina del Norte (15 delegados), con el 50 % de los votos frente al 48,6 % de Biden, cuando se ha computado el 97 %; y en Alaska (3 compromisarios) con el 62,9 % frente al 33 % del demócrata, y el 46 % de los sufragios contados. (c) Agencia EFE

1. Un político de carrera

Como ha insistido en recordarlo Trump a lo largo de la campaña, Biden lleva 47 años activo en la política estadounidense.

pastedGraphic_1.png<img alt=”Joe Biden en la década de 1970.” src=”https://s.yimg.com/ny/api/res/1.2/HpdhQQTJpbQkyFwVTnAEoA–/YXBwaWQ9aGlnaGxhbmRlcjt3PTY0MA–/https://media.zenfs.com/es/bbc_news_mundo_254/b114a66ed880b3a6af3a70a7e23d9444” class=”caas-img”>

Joe Biden se estrenó en la política cuando muchos de los votantes actuales ni siquiera habían nacido.

Su carrera en Washington DC empezó en el Senado en 1973, donde consiguió un escaño por el estado de Delaware recién cumplidos los 30 años.

Su llegada a la política coincidió con uno de los momentos más trágicos de su vida del que hablaremos más adelante.

Como senador, Biden cimentó la imagen de político cercano, conciliador y con habilidad para llegar a acuerdos con sus oponentes.

pastedGraphic_2.png<img alt=”Biden en 1987″ src=”https://s.yimg.com/ny/api/res/1.2/8kbVZHTy_Ckg8EVGX4Qg0Q–/YXBwaWQ9aGlnaGxhbmRlcjt3PTY0MA–/https://media.zenfs.com/es/bbc_news_mundo_254/d777f140c50d933f61ef794a71f96c46” class=”caas-img”>

La primera apuesta de Joe Biden por la presidencia data de1987.

También tomó algunas decisiones no tan elogiadas, como la ley de justicia penal de 1994 redactada por él y aprobada durante el primer gobierno de Bill Clinton.

La reforma tenía como objetivo poner freno a décadas de creciente violencia, pero derivó en encarcelaciones masivas, con un especial impacto en la población negra y latina.

A su larga carrera como senador hay que sumarle sus ocho años de vicepresidente de Barack Obama (2009-2017), con quien construyó una excelente relación más allá de lo profesional.

pastedGraphic_3.png<img alt=”Barack Obama y Joe Biden en un evento de campaña 2020″ src=”https://s.yimg.com/ny/api/res/1.2/4f8_6aW00.PlZIr_ZVGodw–/YXBwaWQ9aGlnaGxhbmRlcjt3PTY0MA–/https://media.zenfs.com/es/bbc_news_mundo_254/f0d01f8c5404c068085f0fe2f1b24f28” class=”caas-img”>

La camaradería entre Obama y Biden quedó plasmada en numerosas fotografías de su gobierno y de momentos posteriores.

Esta es la tercera vez que intenta llegar a la presidencia del país.

Las dos primeras resultaron un fracaso, lo que hizo que un sector de los demócratas se preguntara si era la mejor baza para arrebatarle la presidencia a Trump.

Las circunstancias demuestran que sí lo fue.

2. La tragedia que marcó su estreno político

Desgraciadamente, la alegría por haber ganado la elección al Senado no le duró mucho tiempo.

Unas semanas después de su victoria, su familia sufrió un grave accidente de tráfico mientras él estaba en Washington DC entrevistando a personal para su nuevo despacho.

Su esposa Neilia y los tres hijos del matrimonio volvían de comprar el árbol de Navidad cuando un camión que transportaba mazorcas de maíz chocó lateralmente con su auto.

La mujer, de 30 años, y la hija pequeña, Naomi, de 13 meses de edad, murieron.

pastedGraphic_4.png<img alt=”Joe Biden junto a su primera esposa y sus hijos.” src=”https://s.yimg.com/ny/api/res/1.2/VwwJWZodBDYaMIE6cYiEVg–/YXBwaWQ9aGlnaGxhbmRlcjt3PTY0MA–/https://media.zenfs.com/es/bbc_news_mundo_254/e0ad43ef5694d23b394be3ac98d7ec53” class=”caas-img”>

La primera esposa de Biden, Neilia, murió junto a la hija más pequeña de la pareja en un accidente de auto.

Los niños -Beau, de 3 años, y Hunter, de 2- resultaron gravemente heridos y fueron hospitalizados.

Empezaba una etapa de dolorosos contrastes en la vida de Biden.

3. Dolor y empatía

Biden, que tomó juramento de su cargo en el Senado en la habitación del hospital donde se recuperaba su hijo Beau, no sabía si seguir adelante con su carrera como senador.

Estaba destrozado.

Criado en una familia católica de clase trabajadora, su padre repetía un breve pero contundente mantra: “Levántate, levántate después de haber sido derribado”.

Eso es lo que hizo. Decidió volcarse en el trabajo, pero sin alejarse de sus hijos.

pastedGraphic_5.png<img alt=”Joe y Jill Biden” src=”https://s.yimg.com/ny/api/res/1.2/bRYwKFpE0DhW8OP3OHLHHQ–/YXBwaWQ9aGlnaGxhbmRlcjt3PTY0MA–/https://media.zenfs.com/es/bbc_news_mundo_254/4c52a32b6bbfadc9abc56bf180b4eeb2” class=”caas-img”>

Joe y Jill Biden llevan casados más de 40 años.

De esa época data una de las anécdotas destacadas de sus primeros años como senador: cada día hacía en tren el trayecto de ida y vuelta entre su casa en Wilmington, Delaware, y Washington DC, más de 300 kilómetros diarios para estar cerca de los suyos.

Fue así como Biden desarrolló un estrecho vínculo con sus hijos que no hizo más que reforzarse a medida que se hacían adultos.

En 1977, Biden se casó con Jill, una profesora universitaria con quien tiene una hija, Ashley, y junto a quien logró reconstruir su familia.

Muchos vieron en Beau al posible sucesor de su padre en la política.

Tras servir en Irak con la Guardia Nacional en 2008, Beau fue fiscal general del estado de Delaware por dos períodos y tenía por delante una brillante carrera.

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Beau Biden tenía 46 años cuando murió en junio de 2015.

Pero en 2013 le fue diagnosticada una rara forma de tumor cerebral y murió dos años después.

La pérdida de personas tan cercanas moldeó el carácter de Biden.

Quienes mejor lo conocen dicen que tiene el “superpoder de la empatía”, un rasgo que fue subrayado durante la campaña para presentarlo como el presidente idóneo para superar una crisis sanitaria, económica y social como la que supone la pandemia de covid-19.

4. Globalista y comprometido con el planeta

Biden ha defendido la necesidad de rehacer las relaciones de EE.UU. con los países aliados que, en su opinión, se han visto afectadas durante la presidencia de Trump.

Promete regresar al Acuerdo de París de lucha contra el cambio climático y al seno de la Organización Mundial de la Salud, por ejemplo.

Experiencia no le falta: estuvo al frente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y presume de que ha “conocido a todos los líderes importantes del mundo en los últimos 45 años”.

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Biden tiene una amplia experiencia internacional.

Sus decisiones en la esfera internacional no han estado exentas de críticas.

En 1991 votó en contra de la Guerra del Golfo; sin embargo, en 2003 estuvo a favor de la invasión de Irak para después convertirse en un crítico de la implicación de Estados Unidos en ese país.

De naturaleza cauta, recomendó a Obama no realizar la operación de las fuerzas especiales que culminó con la muerte de Osama Bin Laden.

A los republicanos les encanta señalar que Robert Gates, exsecretario de Defensa de Obama, dijo que “es imposible que a alguien no le guste Biden”, pero que ha estado “equivocado en casi todos los grandes temas de seguridad nacional y de política exterior ocurridos en las últimas cuatro décadas”.

Gates señaló recientemente que sus palabras fueron tomadas fuera de contexto.

5. Propenso a las meteduras de pata

Los detractores de Biden opinan que es un desfasado miembro del establishment demasiado mayor para el cargo y con tendencia a meter la pata.

Su estilo directo y campechano le ha causado algunos problemas, como cuando en plena campaña dijo que si un afroestadounidense no estaba convencido de votar por él significaba que no era negro, unas declaraciones por las que se disculpó posteriormente.

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A diferencia de otros políticos, Biden se siente muy cómodo cuando se encuentra con los votantes.

Biden dice que el recuerdo de su tartamudez infantil hace que no le guste leer los discursos de un apuntador electrónico y por eso prefiere hablar de memoria.

Un periodista de la publicación NY Magazine escribió el año pasado que la posibilidad de que Biden improvise un discurso era algo que su equipo de campaña parecía “estar concentrado en evitar a toda costa”.

Es por eso que sus simpatizantes respiraron aliviados al ver que fue capaz de superar los debates presidenciales y los discursos de campaña sin decir nada que lo pusiera en un aprieto.

Otra faceta de su personalidad espontánea y sociable es su propensión a acercarse demasiado a la gente, lo que ha dado lugar a situaciones incómodas, obviamente en tiempos anteriores al coronavirus.

El año pasado, ocho mujeres lo acusaron por toques, abrazos y besos inapropiados, mientras que la televisión estadounidense mostró videos en los que se le veía saludando a mujeres en eventos públicos con mucha proximidad física.

En respuesta, Biden se comprometió a “tener más cuidado” en sus interacciones.

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Joe Biden se ha convertido en el presidente con más votos en la historia de Estados Unidos.

Su actitud “tocona” pasó de ser una anécdota a algo más serio cuando el pasado marzo una antigua asistente, Tara Reade, alegó que el presidente electo la agredió sexualmente hace 30 años en Washington.

Biden y su equipo rechazaron la acusación y el caso terminó por difuminarse sin ocupar un lugar relevante durante la campaña.

Aunque sus rivales republicanos han intentado retratarlo como un hombre con demencia senil que está en manos de la izquierda radical del Partido Demócrata, Biden ha sabido salir airoso y ha terminado por convertirse en el presidente más votado de la historia de Estados Unidos.

Curiosamente, al evaluar hace unos años si se animaba a participar o no en la carrera presidencial de 2016, Biden dijo:”Puedo morir como un hombre feliz sin ser presidente”.

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